CINE TEATRO TV
Desde el principio, los distintos medios de comunicación de masa han mantenido intensas y fructíferas relaciones con la canción. La primera película italiana sonora tuvo como título “La canción del amor” (1930) y durante veinte años el cine ha acentuado su vocación hacia el entretenimiento gracias al uso de canciones y caras conocidas por el público de la radio. La relación se sedimenta a partir de los años sesenta cuando, en torno a una canción de éxito, coge forma un auténtico género: el “musicarello” que utiliza la popularidad de discos y cantantes con el pretexto para realizar ligeras tramas narrativas. Al mismo tiempo la música de películas italianas se hace madura y muchos compositores de música clásica y jazz escriben bandas sonoras, algunas de estas han sido premiadas con el Oscar (Rota, Piovani, Bacalov, Morricone). En esta sección del portal también hay espacio para actores que se han prestado a la canción, que han sacado discos y a menudo representan un puente entre el cine, el teatro y la televisión. Además, la pequeña pantalla es popular gracias a la canción, desde el Festival de Sanremo hasta los espectáculos de variedades del sábado por la tarde, que a su vez han revivido una tradición que venía del teatro y que data de principios de la canción moderna. Además de impulsar muchos personajes al Olimpo de los famosos, la televisión ha inmortalizado varios programas de culto con siglas musicales que han entrado en la historia costumbrista. Por último, el teatro tiene una larga trayectoria musical a sus espaldas, que va desde los cafés-chantants de finales del mil ochocientos evolucionando a los tabarin (tipo de cabaré) a inicios del mil novecientos para después lanzar el teatro de variedades en el periodo entre las dos guerras, la revista en los años cincuenta, el cabaré y la comedia musical en los años sesenta. Todos estos géneros tienen una prevalencia del registro cómico, la parodia y el gusto por la suntuosidad: ingredientes que se asimilaron sucesivamente por el cine y la televisión en un cortocircuito de gran impacto que se ampliará al público al igual que la canción, dando vida a un repertorio que ha marcado sensiblemente la identidad de la cultura popular italiana.